AUTO-SUFÍ-CIENCIA

LA MÚSICA Y LA LITERATURA DE LAS CIENCIAS DEL AMOR

UN ESPECTÁCULO LITERARIO-MUSICAL CON Pedro Burruezo & Berna Jones + Mercè Diago

Espacio Colectivo La Vía Láctea. Sábado, 1 de junio. 20.30h. Aportación: 6 euros. C/ Doctor Palomar, 25.

Pedro Burruezo (Barcelona. 1964. En los 80, muy conocido por su grupo Claustrofobia, cuyos discos se reeditan esta semana por Satélite K) acaba de publicar la novela “Auto-Sufí-Ciencia. Una historia de gnósticos, gitanos, irredentos y otros periféricos” (Mandala Ediciones). Se trata de una novela, a decir de la crítica y de los lectores, insólita, inaudita, misteriosa, singular. Algunas reseñas ya han señalado que se trata de la única novela de la literatura española que plantea “una utopía sufí”. O, dicho de otra manera, una obra en la que los gnósticos, los místicos, y sus peripecias, son los protagonistas. Misticismo en pleno siglo XX/XXI. Es una obra, por otra parte, muy musical, llena de música andalusí, de flamenco y otras tendencias. Aunque la acción transcurre entre Catalunya, Marruecos y Granada, en nuestra era, remite constantemente a al-Ándalus y a algunos de los sabios peninsulares más irredentos, desde Ibn Arabi de Murcia hasta Santa Teresa, desde Ibn Masarra hasta San Juan de la Cruz, desde Shams de Marchena a… Burruezo llega al Espacio Colectivo Vía Láctea de Zaragoza con una propuesta que une literatura y música (de aires neoandalusíes, perfumes gharnatis, aromas árabes, efluvios preflamencos, resonancias sefardíes) en un cóctel para paladares gourmets. En la primera parte de la velada, Mercè Diago, la editora literaria del libro, conversará con el autor sobre el contenido y el continente de la obra, filias y fobias, objetivos literarios, referentes, etc. En la segunda parte, Burruezo & Berna Jones nos obsequiarán con un sentido concierto en el que Burruezo unirá cada canción a un fragmento de la obra, que leerá él mismo. Porque, como dice el propio Burruezo, “toda mi música y la música que amo están en la novela y todo lo que sugiero en la narración está también en mi música”. Las melodías y los textos sumergen al público en las ciencias del amor y atrapan las almas en un dechado de sutilezas y lirismos. El grupo ha actuado por todo el estado español y en países como Sudán, Argelia, Turquía, Egipto, Francia, Alemania, Polonia, Italia, Marruecos, Italia, etc. En la tercera parte de la velada, el autor responderá a las preguntas del público sobre el libro, la música, lo que toda esa obra transmite, etc. El turno de preguntas y respuestas será moderado, de nuevo, por Mercè Diago. El espectáculo termina con un remate música en una pieza que resume toda la novela, tanto por su contenido como por su continente.

Pedro Burruezo señala que “la novela tiene un tono duro contra la modernidad, pero, al mismo tiempo, sí, abre ventanas a la esperanza. Y, de hecho, nuestra única esperanza reside en el abrazo del Amado. Ya lo decía Santa Teresa: ‘Sólo Dios basta’. El hombre moderno ha diseñado su felicidad en torno a bienes materiales. Tarde o temprano… todo eso falla. Y ahí es cuando se disparan las depresiones, las tasas de suicidio, los cánceres, etc. El malestar… Sí, los protagonistas de esta novela llegan a una cierta plenitud en un mundo hostil. Pero todos sus logros han llegado gracias al desapego, al abandono de sí mismos y sus miserias… En buena medida, ellos/as confían en las ciencias del amor y, al desentenderse de las cosas del mundo, el universo entero se pone a sus pies. Deja de desear y de intentar vivir como a ti te gustaría… Sólo así se abren las puertas del Paraíso… De eso va esta novela. Ojalá que yo mismo, y los que me rodean, pudiéramos llegar a la altura espiritual de los protagonistas de la novela”. Por otro lado, el autor también afirma que “este espectáculo de pequeño formato, como la novela, tiene mucha música. Es como la presentación de un libro pero no se parece en nada a una presentación de libro.  En el texto, como en el espectáculo, hay sonidos andalusíes, preflamencos, gharnatis… Los personajes de la novela regentan una tetería en Granada y allí suena, en todo momento, música gloriosa. Mucho flamenco, mucha música andalusí, músicas árabes, músicas del África musulmana, cantos gregorianos, Arvo Pärt, Samuel Barber, Sakamoto, Bach, mucha música instrumental… Tanto el narrador como los protagonistas lanzan sus teorías sobre la esencia del arte y de la música y la necesidad de regresar a músicas más iluminadas y que redireccionen los oídos y los corazones del público hacia lo contemplativo”.

 

 

Pedro Burruezo, voz, lecturas, mondol argelino, percusión

Berna Jones, violín

Mercè Diago, presentación

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